Las 4 R's del Retail Marketing



  Relación con el cliente:

Fidelizar nuestro cliente y establecer una relación con él es imprescindible para que más tarde vuelva. Se trata de crear una estrategia que nos ayude a retener a nuestros clientes, a través de la satisfacción y el valor añadido. Para conseguirlo hay que seguir el usuario durante su proceso de compra, captar sus necesidades, ofrecerle soluciones de su interés y mantener un diálogo, así como rediseñar su experiencia de compra y hacerla única.
Hace falta que nos hagamos amigos de nuestros clientes, los cuidemos y tengamos como objetivo su satisfacción. En este sentido, son muy interesantes las estrategias de atención al cliente, el marketing de contenidos a través de la cual los hagamos sentir especiales y los cautivamos; la presencia de la marca en sus canales habituales y la personalización de nuestros mensajes.















Relevancia:

Las emociones tienen un poder de decisión muy importante, conducen a la acción y generan vínculos. En el proceso de compra, el cliente se tiene que sentir el protagonista de la estrategia de promoción del producto; tiene que notar que responde a su interés y que se ha creado especialmente para él.
Ignorar la realidad y dejar de escuchar es un error que no podemos cometer. El cliente quiere sentirse importante, recibir atención y ayuda constante, y saber que adquiere el mejor producto o servicio adaptado a él. La publicidad es una de las herramientas que permite que nuestros productos o servicios generen sentimientos, del mismo modo que la distribución de los espacios en el punto de venta.




Recompensa:

Si quieres que tu cliente vuelva, dale una recompensa. Nos encanta recibir detalles y regalos, así que hacer feliz al cliente premiándolo con algún regalo o descuento hará que nos mantenga dentro de sus preferencias.
Ésta también es una manera de agradecerle el hecho de habernos elegido a nosotros, y contribuirá a establecer la relación tan importante entre cliente y marca.



Reducción de costes:

Facilitar al máximo cualquier punto del proceso de compra nos ayudará a mantenernos en la mente del consumidor.
Entendemos reducción de costes al hecho de simplificar y hacer que durante y después de la experiencia de compra se respire tranquilidad y confianza. En este aspecto también se considera la reducción de gastos económicos, en el sentido que el cliente no pierda tiempo ni dinero por culpa de la marca y que por lo tanto quiera volver a nosotros.





























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